Ana Karina Santos. Para muchos artistas, vivir del arte suena difícil y hasta descabellado, pero existen una serie de pasos a seguir para emprender, comercializar y hacer de este talento una forma de vida exitosa.
Tal y como decía el multifacético Oscar Wilde: «En los almuerzos de banqueros se habla de arte; en los de artistas, de dinero».
Todas aquellas personas que aman la expresión artística deben lidiar con la idea de tener una vida solitaria y llena de pobreza, pero la elección de este oficio nada tiene que ver con el éxito o fracaso personal, eso simplemente deprenderá de aplicar las estrategias necesarias para emprender.
Existen una serie de tips que orientan la carrera artística, al decidir que dedicarán la vida al arte, el “Piensa como un artista” de Will Gompertz, altamente inspirador para que el desarrollo de la creatividad pueda convertirse en algo rentable.
Según el libro de Gompertz los artistas emprenden, es decir, impulsan proyectos ya sea de manera independiente o colectiva para generar recursos que los ayuden a darse a conocer y autosustentarse gracias a su talento.
Los artistas no fracasan, aunque puedan llegar a sentir miedo, cada caída debe representar un aprendizaje para corregir, profesionalizarse y hacerlo lo mejor posible la próxima vez.
Un artista debe analizar de qué forma su curiosidad puede ser rentable, de modo de poder manufacturar todo aquello que sale de la imaginación. Es fundamental encontrar un maestro de éxito del que el artista pueda tomar los mejores consejos y proyectos para explotar al máximo los conocimientos que va adquiriendo.
Por tanto es fundamental que el arte también puede verse como un estilo de vida que si genera dividendos para vivir, por lo que la motivación resulta el elemento fundamental para no sólo soñar en grandes, sino poner en práctica estrategias precisas para crecer, darse a conocer y no sólo lograr el éxito sino ser feliz con lo que se hace.